“Estoy reventado, pero este ha sido un día que no olvidaré en mi vida”. A Eki Fanlo (Irún, 1993) se le escapaba la felicidad por los poros de su cuerpo a la misma velocidad y con la misma efervescencia que las glándulas sudoríparas. No era para menos. Dirigir un partido de las HSBC World Rugby Sevens Series y encima en tu país tiene su miga.
Pero ser además el primer colegiado masculino español de la historia en hacerlo provoca una onda expansiva considerable. Y este ex tercera línea con cintura de trapito y una década impartiendo justicia en la División de Honor del rugby patrio lo sabe, máxime cuando 24 horas antes de saltar al verde costasoleño con mando en plaza semejante acontecimiento no figuraba en su cuaderno de bitácora.
“Me dieron la noticia en la mañana, delante de todos los compañeros. El viernes había sido asistente en cinco encuentros y el sábado me han tocado otros seis, además del Brasil-Bélgica femenino, que es el que he arbitrado en la tarde con el apoyo de David Cheregosa y Víctor Navarro”.
Ingeniero electrónico vinculado al sector ferroviario, Eki tenía claro que la ruta más adecuada para encarar un suceso extraordinario como el que le tocó vivir en el Estadio Ciudad de Málaga era apelar a sus hábitos de siempre. “Salí con la idea de hacerlo súper simple. Si me han dado esta oportunidad es por hacer las cosas con normalidad, sencillas. Estuve muy tranquilo en todo momento. Y, sobre todo, feliz. Si ves el partido, te darás cuenta que no se me borra la sonrisa de la cara ni un segundo”, admite.
Y no es que le tocara precisamente un encuentro fácil de manejar. “Pues resultó muy emocionante porque terminó con empate a 12, y en la prórroga ganó Bélgica con un Punto de Oro. Hubo bastante tensión e incluso tuve que pedir el TMO al tener dudas con un posible ensayo, que finalmente no fue. Ahí chupé cámara por lo menos durante tres minutos”, comenta entre risas el colegiado irundarra antes de acordarse de toda esa pléyade de personas que le han acompañado en ese largo recorrido como juez de contienda en el deporte de la ovalada. “Mi novia, que es mi fan número uno; mis padres; el resto de la familia; los amigos del CNA que me llevan aguantando años… Sólo puedo darles las gracias. Una parte de todos ellos estuvo hoy aquí conmigo”.
Sostiene Fanlo que su vertiente ciclista, a la sazón parte importante de su preparación arbitral, le ayudó a dar esquinazo al cansancio en una mataroniana jornada sabatina, a la que seguirá hoy domingo una tercera entrega que, también, llega con otro premio inesperado: llevar las riendas del Kenia-Japón (12:19h).
“Físicamente, acabé bastante bien, aunque he de reconocer que cuando se pasó el subidón de haber podido dirigir un partido de este calado, me sobrevino el bajón, pero sin nada de fatiga. Tomar barritas energéticas cuando pedaleo un montón de horas está claro que te ayuda a regular tus energías. No hay nada como conocer tu propio cuerpo”.
Cuando el campeón de las HSBC Spain Sevens alce esta noche la copa al cielo malagueño, Eki sufrirá el ‘efecto Blancanieves’ y bajará de la nube en la que ha vivido instalado desde el viernes para retomar sus quehaceres arbitrales en la máxima categoría del rugby español. Sin mayor pretensión que llegar en perfectas condiciones físicas al partido de liga que le asignen. Porque eso de disfrutar el camino a Eki le llena plenamente. “No soy de tener modelos en los que fijarme, ni tampoco me marco objetivos a medio plazo con el arbitraje. Prefiero ir partido a partido. Soy cholista, como dicen en fútbol, pero de la Real Sociedad. Lo que llegue, bienvenido sea”, concluye.