Tiago Romero (Buenos Aires, 1997) encarna la savia nueva de la Selección española masculina de Rugby 7s, que este fin de semana vuelve al ruedo en las HSBC World Rugby Sevens Series, dos meses después de las históricas citas de Málaga y Sevilla, para jugarse buena parte de su futuro en la mejor competición anual de rugby 7s del mundo, en Singapur, primero, y Vancouver (Canadá), una semana más tarde.
Ambos torneos podrán verse al completo en V.O. en Movistar+.
Formado en el prestigioso San Isidro Club (SIC), una de las entidades con mayor solera en el panorama rugbístico porteño, el potente ala de origen argentino llegó a nuestro país con la pandemia en plena ebullición para defender los colores del Independiente de Santander. Su aventura como Bisonte apenas duró una campaña y se cerró con un doloroso descenso a la División de Honor B. “Fue una verdadera lástima que bajásemos. La temporada resultó ser bastante complicada y se hizo muy cuesta arriba a nivel mental”, rememora Tiago con pesar.
Contar con unos abuelos gallegos resultó ser el salvoconducto que posibilitaría a Tiago entrar en la dinámica de los Leones7s. Antes, sus innatas condiciones para la práctica de la modalidad olímpica del rugby habían convencido a Pablo Feijoo de la idoneidad de incluirle en el reducido grupo de trabajo que tiene habitualmente a sus órdenes en la capital de España. Un escenario que el tres cuartos criollo tenía ya grabado en su cabeza desde que plantó bandera en suelo español, hace poco menos de dos años.
“Vine con el objetivo de jugar con la Selección de seven. En Argentina jugaba principalmente a XV, pero al final de año participaba en los torneos de 7s y los disfrutaba mucho. Con mi club, San Isidro, salí campeón de la URBA (Unión de Rugby de Buenos Aires), y fui convocado un par de años por el seleccionado regional. Así que cuando tomo la decisión de dejar a mi familia y venir a España, lo hago sabiendo que podía llegar a la Selección por mi ascendencia gallega. Me la jugué. Cuando Pablo me llamó, fue lindo porque había culminado el objetivo que me había trazado”, explica.
Menos de un año ha transcurrido desde su llamada a filas por parte del entrenador donostiarra y Tiago Romero ya acumula en sus alforjas cuatro experiencias en Series Mundiales (las dos de Dubái, Málaga y Sevilla), un bagaje que le ha permitido moldear sus habilidades para ser un jugador más incisivo y eficiente en la modalidad olímpica. “A nivel deportivo tienes un crecimiento en todas las facetas del juego. He mejorado un montón los aspectos técnicos y físicos del seven, que te exige mucho como atleta. Estás permanentemente muy expuesto y tienes que fortalecer todas esas habilidades. Estar aquí es una oportunidad única y se trata de aprovecharla al máximo”.
Si su bautismo de fuego emiratí le dejó en la retina vivencias que difícilmente olvidará, “fue como todo lo que uno ve por la tele durante años de las Series Mundiales y, de repente, te ves entrando en el campo contra Francia, Fiyi… Es como un show, y tú formas parte de él. Impresionante”, los eventos de Málaga y Sevilla le permitieron saborear las HSBC World Rugby Sevens Series desde otra perspectiva, la de ser el equipo anfitrión. “Fue hermoso jugar en casa, con tu público, sentir esa comodidad de que siempre tenías un apoyo externo. Luego la organización fue espectacular en ambos torneos. Me encantó”, reconoce.
En lo estrictamente deportivo, y a pesar de haber firmado sendos posados ante Argentina y Kenia, Tiago lamenta no haber podido pelear por el oro y devolver así a la hinchada española su incondicional apoyo durante esos dos mágicos fines de semana en Andalucía. “Competimos, pero si no se nos llegan a escapar los dos partidos con Estados Unidos, uno por empezar mal, y otro por no poder cerrarlo, hubiésemos estado entre los ocho mejores. En cualquier caso, fueron dos muy buenas experiencias para un grupo que viene creciendo. La mitad lleva ya tiempo y la otra mitad llevamos una temporada de Series Mundiales, así que es un proceso que estamos transitando para llegar ahí arriba. Ahora, en Singapur y Vancouver, nos jugamos todo. Así que iremos a muerte con eso”, asegura.
El ex Bisonte y ahora León, ha hecho, al igual que sus compañeros, examen de conciencia durante estos dos meses de parón competitivo tras las Series españolas para detectar esos aspectos en los que deben mejorar con vista a las inminentes citas al otro extremo del planeta. “Muchos partidos los perdemos más por errores no forzados que por virtudes del rival, así que trataremos de ser un poco más maduros. Entrar al campo a tope, en todos los rucks, en todos los pases, en las carreras, y estar realmente compenetrados del primer minuto al catorce para llevarnos los partidos. Y confiar más en nosotros, porque tener, lo tenemos todo”, señala.
La icónica victoria sobre Fiyi del año pasado en Dubái, de la que fue partícipe nuestro protagonista, ilustra a la perfección lo que pueden ser capaces de hacer sobre el verde los pupilos de Pablo Feijoo. “Fue de esos partidos en los que se alinean las cosas, los errores se disminuyen al máximo y, una vez que pasa eso, teniendo la pelota en las manos, podemos generar desequilibrios. Luego, en defensa, estuvimos muy organizados. Sofocamos al rival y nos sentimos cómodos con eso. Si logramos que esas dos variantes estén de nuevo juntas y firmes, podremos progresar”, comenta.
Inglaterra, Australia y Samoa serán los primeros enemigos con los que habrán de lidiar los Leones7s en la cita asiática de este fin de semana. Un grupo exigente para empezar a hablar, pero el término imposible no figura en el vocabulario del combinado español. “Venimos algunos torneos llamando a la puerta de los mejores, y ahora el objetivo es echarla abajo. Tenemos un grupo desafiante y si jugamos a lo nuestro, concentrados y sin cometer errores no forzados, se puede ganar perfectamente a rivales como Inglaterra, Samoa e incluso a Australia, si logramos tener nosotros el balón”, confía el ala porteño.
La entrada en escena de Fiyi y Nueva Zelanda, ausentes en las Series de Málaga y Sevilla a causa de las restricciones sanitarias en sus respectivos países motivadas por la pandemia, será un aliciente añadido para estas dos nuevas citas en las que España tratará de poner a buen recaudo su continuidad, un año más, en la prestigiosa competición auspiciada por World Rugby. “Siempre es lindo saber que en cualquier momento te puedes enfrentar a ellos. Son rivales que te llevan al límite y te obligan a dar lo mejor de ti. Nos pasó con Sudáfrica en Sevilla. Hicimos un partidazo, y aunque te terminan ganando por la presencia física, lo bien que entienden esta modalidad y el tiempo que vienen estando arriba en el seven, hubo momentos que estuvimos de igual a igual. Las sensaciones fueron muy buenas. Ese es el camino a seguir”, finaliza.