Leire Aguilar, la reina del M14 con el Santboi, tras los pasos de Anna Puig

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No resulta fácil adivinar tras esa cintura de trapito y su mirada perdida de Gioconda el interminable caudal de rugby que atesora en su privilegiada testa. Pero Leire Aguilar (L’Hospitalet, 2008) aparca el traje de niña tímida y seria, “le cuesta reírse, pero es una chica muy responsable”, en la orilla del verde y se transforma en un torbellino incontenible para sus rivales cada vez que se calza la zamarra con el 12 a la espalda de la Unió Esportiva Santboiana, el club en el que ha echado los dientes en el deporte y en la vida.

“Es una pasada cómo juega esa chica, lo bien que lee las jugadas, la inteligencia que tiene. Me recuerda mucho a Anna Puig en sus inicios, aunque jueguen en distintas posiciones. Tiene muchísimo talento”. Palabra de Afa Tauli, el poderoso tercera línea del decano y del XV del León, en su versión de ‘scout’. 

Capitana de la escuadra principal de Santboi en M14, la prometedora primera centro levantó este domingo en Soccerland (Tordera) la copa de campeones de España de su categoría (equipos mixtos) después de que la tropa que lidera abatiera con meridiana claridad a los cuatro rivales que se cruzaron en su camino. Un hermoso punto y seguido a una historia de amor con el oval que arrancó para Leire hace ya una década.      

Leire Aguilar recogió la Copa de Campeones de España M14 de manos de Maurici Benito y Luis Benito, de la FER.

“Llegué a Santboi con cuatro años porque el novio de mi madre jugaba allí al rugby y yo quería hacer un deporte que no fuera fútbol porque no me gustan las normas, ni el ambiente que hay, así que me comentó de probar al rugby. Fui un día y me quedé. Hasta hoy”, relata con un sosiego inversamente proporcional al ritmo de látigo con el que articula los ataques de su equipo o la precisión quirúrgica con la que convierte puntos para los suyos con su diestra después de cada posado (hasta 8 transformaciones con éxito firmó en el torneo). 

A diferencia de muchos otros niños y niñas de su edad, que alternan otras actividades deportivas con el oval, la tres cuartos catalana sólo tiene ojos para el rugby. De hecho nunca ha dado manija a otro deporte. Y explica el porqué. “Me enganché al rugby desde el primer día por los compañeros, por lo bien que me acogieron y el ambiente que tenemos. Llevamos juntos el mismo grupo desde que empecé y somos todos buenos amigos. Además, me divierte muchísimo jugar. Lo pasamos genial”, comenta mientras trata de contener el dolor que le ha producido un fuerte pisotón en el pie derecho en el último estertor de la finalísima ante el CAU Valencia

Leire normaliza hasta el extremo el hecho de ser la única chica en un grupo de chavales, a los que además dirige con la maestría y suficiencia de una veterana. “Los chicos del equipo me respetan bastante. Como capitana y jugadora. Siempre me he sentido muy cómoda en este grupo, desde pequeñita. Soy una más. Los compañeros me apoyan y me dan ánimos, especialmente cuando tengo que patear. Somos un equipo para todo”, afirma con rotundidad.

Ser campeona de España y MVP de facto del torneo auspiciado por la Federación Española de Rugby (FER) son dos muescas más que sumar a su aún diminuta hoja de ruta en un deporte en el que el único límite que se autoimpone es el cielo. “Quiero llegar alto como jugadora. Este año ya me han convocado para la selección catalana, así que ahora me encantaría llegar también a la española y jugar con las Leonas“, concluye la última perla surgida de la rica factoría del Baldiri Aleu

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