Sin público, pero con la misma pasión que muestra siempre el XV del León cuando salta al césped del Central de la Universidad Complutense de Madrid, los hombres de Santi Santos consiguieron una ilusionante victoria por 25-11 ante Portugal. Velocidad, creatividad en nuestra tres cuartos y un trabajo de delantera muy sólido fueron las armas que nuestros Leones utilizaron para superar a un muy serio conjunto luso.
Esta victoria no sólo supone colgarnos de nuevo la plata europea por segundo año consecutivo, sino que nos da energía de cara a los próximos partidos, que ya contabilizarán para la soñada clasificación al Mundial de Francia 2023.
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Portugal salió a morder en la primera mitad, y los minutos inaugurales tuvieron un claro sabor luso, llegando incluso a intentar pasar entre palos una complicada patada, que por fortuna terminó golpeando en el palo. Tras superar este primer escollo, España consiguió meterse en la 5 portuguesa, pero un fallo de manos nos dejó a las puertas de inaugurar el marcador.
La maestría de Bell en el contraataque daba la primera alegría, ya que, tras un fantástico dos para uno con Julen Goia, España forzaba el golpe y pasar con el clínico pie de Bautista Güemes los tres primeros puntos entre los palos. La nota amarga fue la baja de que Alvar Gimeno,a quien tras un placaje se le tuvo que aplicar el protocolo anticonmoción. Ello provocó el inicio de la carrera de Manuel Ordás con los Leones, pues fue él quien pasó a ocupar el puesto de apertura.
Los increíbles contactos entre ambas escuadras se repetían una y otra vez y la igualdad, excepto en la melé que era dominada por los lusos, era palpable. Precisamente, esta fase es la que más réditos dio a los portugueses y tras ella fueron capaces de construir con sus tres cuartos un buen ensayo de su habilidoso ala Rodrigo Marta. Pero la respuesta española no se hizo esperar y, tras rozar de nuevo la 5 lusa, Bautista Güemes convertía de nuevo una indisciplina en puntos poniendo a los Leones de nuevo por delante 6-5 antes del descanso.
Nada más arrancar la segunda mitad se vio a una España muy diferente. Conectada en ataque, jugando con descaro y sin miedo a cometer errores. Así llego el primer ensayo español, de Bautista Güemes tras un pase clínico de Manuel Ordás que aumentaba la ventaja hasta el 13-5. Y también el segundo, pura magia de nuestros tres cuartos posado por Julen Goia para poner el 20-11.
Los minutos centrales de la segunda mitad fueron un continuo toma y daca, con ambas selecciones luchando por conquistar el terreno de su adversario, pero con sendas defensas muy conectadas, impidiendo que subieran más puntos al luminoso.
España tuvo algunas oportunidades más antes del final, protagonizadas por Julen Goia y Gauthier Minguillon, pero el tercer ensayo se resistía. Finalmente fue Manu Mora con la jugada marca de la casa, la touche-maul, el que puso la guinda al pastel. Gran trabajo de los de Santi Santos, que nos da pie a soñar una vez más con ver a nuestros Leones en el deseado Mundial de Francia 2023.