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Cosculluela, de romperse el cruzado a volver a ser campeón con los Leones7s

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Francisco Cosculluela (Madrid, 2001) pasó de la gloria al calvario en un suspiro el verano pasado. El ala del ‘Indus’ se acababa de proclamar campeón de Europa en Moscú con la Selección española masculina de Rugby 7s cuando le dijeron que se había roto el ligamento cruzado anterior y el menisco de su rodilla derecha. Un agujero negro del que ha logrado salir indemne 340 días después, justo a tiempo de engancharse a un apasionante tramo último de temporada en el que el Torneo Clasificatorio para la Copa del Mundo de Sudáfrica, a disputar este fin de semana en Bucarest, aparece marcado con rojo intenso en la agenda de todos los miembros de la escuadra que prepara Pablo Feijoo. 

Está claro que el gran objetivo que tenemos es estar en ese Mundial. El Europeo es un título y todos queremos ganar cosas, pero la meta real de este grupo es clasificarnos para la Copa del Mundo, que es algo que no se ha hecho durante mucho tiempo y que ninguno de los jugadores actuales de la selección ha tenido la suerte de jugar“, comenta uno de los primeros integrantes de la Academia de seven de la Federación Española de Rugby (FER), junto a Quique Bolinches y Miguel Reina. 

Los dos meses que lleva de rodaje desde que volvió a calzarse la elástica de los Leones7s no han podido ser más fructíferos: finales de oro en las Series Mundiales de Londres, semifinales en el primer torneo de las Super 7s Series UK, plata en Lisboa y oro, con corona continental añadida, en las Series finales del Europeo, en Cracovia. “¿Un talismán para el equipo? No me considero como tal, aunque he tenido la suerte de participar en el mejor torneo de la temporada de las World Rugby Sevens Series. Si se han dado esos resultados es por todo el trabajo que se ha hecho en los dos años que lleva este equipo junto. Se ha demostrado que está a un nivel muy alto, que tiene mucho para dar y que está cumpliendo objetivos que nunca se habían logrado, como revalidar el título continental después de haberlo ganado por vez primera en 2021″, sostiene. 

Como todo percance físico de larga duración, el sufrido por el tres cuartos madrileño le llevó a transitar por parajes desconocidos a nivel emocional que ponen a prueba la capacidad de resiliencia del ser humano. “De los once meses que estuve de baja, los peores fueron los tres o cuatro primeros. A partir del quinto empecé a bajar a entrenarme con la Academia, y ahí se hace más llevadero. Pero se hace muy duro parar tanto tiempo y perderte todas las Series Mundiales. Lo más difícil es el tener el objetivo de la recuperación claro y no sufrir bajones porque pasas muchísimo tiempo rehabilitando, pero no tienes el premio de poder disfrutar de lo que te gusta, que es jugar al rugby. Te falta esa recompensa al final del camino y a veces se hace muy complicado encontrar la motivación para seguir”, reconoce.

Paco Cosculluela festeja el título europeo de 2021 en Moscú, poco antes de ser operado. Foto: Rugby Europe

Que Paco haya podido retomar su carrera deportiva en el mismo punto que la dejó es producto de la abnegada labor de tres profesionales, sin los cuales, esta historia de superación podría haber tenido un desenlace completamente distinto. “Primero de todo, Mikel Aramberri, el cirujano que me operó la rodilla, del mismo modo que antes un hombro. Luego tuve la suerte de encontrarme con Samuel Requena, el fisio que me ha estado ayudando desde el día que salí de quirófano. Un gran profesional y un apasionado de esto, algo que se nota en la manera cómo trabaja. Y también me ha ayudado muchísimo mi preparador físico, Iván Martín López. Ellos dos y Mikel son personas que me han aportado muchísimo y a las que tengo que agradecer una recuperación tan buena y exitosa“, confiesa.  

Sin olvidarse, por supuesto, de los Leones7s, a quienes califica de familia. “Este grupo se formó hace dos años, cuando el Confinamiento. Estuve un año entrenando con ellos y siempre me he sentido parte de esta familia. Ahora más que nunca. Es un grupo de gente muy humilde y súpertrabajadora, con la que compartes todo. Volver y tener el apoyo de todos los jugadores, es algo increíble y, sin duda, ha tenido una influencia más que positiva en mi recuperación y en todo lo demás”.   

Aunque toca madera, Cosculluela afirma que su vuelta al ruedo ha sido plena, sin limitaciones ni molestias de ninguna clase. “En la rodilla, nada. Está perfecta. Sí es verdad que cuando vuelves a la competición, después de tanto tiempo, tienes molestias por todo el cuerpo porque los tendones se han relajado de estar parados y el impacto que sufren, con la vuelta a la alta competición y la intensidad fuerte de carrera, hace que se resientan. Pero eso es normal, hasta que se acostumbran de nuevo. Pero lo que es la rodilla en sí, todo genial”, señala. 

Fotografía: Rugby Europe

Buena parte de culpa de que esa rodilla funcione como la seda, a pesar de la exigencia física que tiene un deporte como el oval, se debe a la innovadora técnica de reconstrucción del ligamento cruzado anterior utilizada por el galeno vasco. Lo explica el propio paciente. “Básicamente, te cogen un trozo de isquiotibial, el más cercano al hueso, te atraviesan la rodilla y te lo atan. Con eso te fijan la rodilla. Es como si tuvieras un cruzado nuevo, entre comillas. Luego ese tendón que te ponen del isquio cambia y coge las propiedades de un ligamento. Lo novedoso de su técnica, hasta donde sé, es ese refuerzo adicional con el que reconstruyen el ligamento lateral externo para que esté todo más estable”.

El ala de Industriales es de los poquitos jugadores que ha estado presente en las dos Series del Campeonato de Europa y, por tanto, una voz autorizada para evaluar la evolución del combinado nacional de seven de Lisboa a Cracovia. “En Polonia teníamos la experiencia de la semana anterior en Lisboa y lo hemos podido encarar de otra manera. Ya conocíamos mejor a los equipos, porque en un Europeo nunca se sabe cómo van a llegar y por dónde, puesto que no han jugado torneos antes y sales al campo sin saber cómo te van a jugar o quién es el rápido, con lo que se hace difícil adaptarte a las circunstancias. Eso, y que hemos ido mejor de cabeza y menos cansados, ya que a Portugal fuimos directos desde Sierra Nevada, donde pasamos dos semanas de entrenamientos bastante duras. A Cracovia, en cambio, llegamos más liberados en ambos aspectos”, argumenta.

Precisamente fue en el estadio del Wisla donde los pupilos de Pablo Feijoo pudieron sacarse la espina que les había clavado Alemania en Portugal y que amenazó seriamente ese doblete continental. “Sí, totalmente. En Lisboa salimos del campo sabiendo que éramos un equipo totalmente superior y que fuimos nosotros quienes jugamos mal. Ese día nuestro peor enemigo fuimos nosotros mismos y como no dimos el nivel que debíamos, salimos del campo con esa espina de saber que estamos muy por encima, como quedó demostrado en Cracovia”. 

Fotografía: Rugby Europe

El este Europeo, del que tan buenos recuerdos acumulan últimamente los Leones7s, será otra vez el destino de la Selección española de seven. Bucarest es la llave que abre las puertas de la Copa del Mundo que se celebrará el próximo septiembre en Sudáfrica, una cita a la que ni Cosculluela ni el resto de su familia rugbística quiere faltar. “Una vez asegurada la permanencia en las Series, el siguiente objetivo es ir al Mundial. Es algo de lo que hablamos todo el tiempo porque se juega este año y porque no deja de ser un sueño, una de las metas por las que se entra en este programa de la Academia de la FER. El proyecto se sustenta en los Juegos, pero un Mundial es algo especial porque se disputa cada cuatro años. Todos en el vestuario soñamos con jugarlo y competir contra los mejores. Se trata de un evento único”, justifica.  

Bélgica, Lituania y República Checa serán los primeros rivales en esa lucha por conquistar uno de los cuatro billetes que dan derecho a viajar a fines de verano a Ciudad El Cabo. Una meta que Paco califica de “muy factible porque depende de nosotros, básicamente, pero hay que jugar bien. Como dije antes, somos nuestro primer enemigo y si no salimos al 100% al campo, puede pasar de todo y nos podemos quedar fuera. A ninguna de las tres selecciones hay que perderles el respeto, ni la vista al partido porque te la pueden liar”, avisa a navegantes este gestor de tráfico aéreo en ciernes, cuyos exámenes acaba de finiquitar el pasado fin de semana. 

“Estoy en tercero. Me queda un año más. En un futuro una de mis opciones es trabajar como controlador aéreo, aunque las oposiciones no son nada fáciles. Además, se presenta mucha gente, pero yo confío en que si me decido a hacerlas y me lo preparo, puedo llegar a pasar las pruebas. Pero eso será más adelante. Ahora sólo pienso en el rugby y en ir al Mundial”, remata.