Desde el 26 de mayo con la coronación del VRAC Quesos Entrepinares por decimotercera vez como el rey de la Liga nacional, la División de Honor ha estado en parada. El reloj se vuelve a poner en marcha cuatro meses después y la ilusión vuelve a volcarse en la máxima categoría, con todos los equipos preparando ya una temporada que se prevé realmente emocionante.
Precisamente fueron los vallisoletanos los primeros en levantar tras 71 años una presea muy especial, la primera copa de la Liga que ganó el FC Barcelona en 1952 y que la RFER recuperó para honrar la historia del oval español. La copa fue cedida por el Club catalán en un acto celebrado en Barcelona, en el que el Club recibió a David Deosdad, alto comisionado del centenario del rugby en España, para una simbólica entrega.
Al acto asistieron por parte del club catalán Paco Peña, presidente de la sección de rugby del FC Barcelona, Jose Carlos Garro, Manager del Club y los jugadores Pablo Pérez y Ramiro Jaramillo.
Paco Peña quiso aprovechar el momento para “agradecer en nombre del FC Barcelona que la Real Federación Española de Rugby, en este caso representada por David Deosdad, haya tenido este detalle de rememorar lo que es la primera Liga que fue ganada por nuestro club. La verdad es que me llena de ilusión y para mi es un orgullo muy grande que actualmente los campeones de Liga de División de Honor lleven un poco de la historia del FC Barcelona. Cada vez que veo ese trofeo siento que tiene una parte de nosotros. Ojalá la volvamos a ganar pronto y es un gran detalle por parte de la RFER el hacer que la historia del rugby español siga viva de esta forma”.
David Deosdad incidió en la idea de que “recuperar nuestro patrimonio significa reconectar con nuestras raíces y fortalecer el legado de nuestro rugby, reconociendo a quienes contribuyeron a su desarrollo. Esta iniciativa quiere reforzar nuestro sentido de pertenencia y además tiene que servir como un recordatorio e inspiración para las actuales y futuras generaciones motivándolas a seguir luchando por la excelencia y a dejar su propia huella en la historia, preservando la identidad que define nuestro rugby”.
“Espero que la División de Honor sea una competición de gran nivel y que además se refleje el esfuerzo, la dedicación, y la pasión de todos los equipos y jugadores. Me gustaría que fuera una temporada inspiradora, que motive a las futuras generaciones y fortalezca aún más la identidad de nuestro rugby a nivel internacional y nacional”.
“Por supuesto tenemos más trabajos en mente”, continúa David Deosdad. “Tenemos que completar el archivo histórico de la Federación, realizar un documental que hable de los 100 años, ahondar en los orígenes e historia del rugby por toda la geografía española y después del libro del centenario estamos trabajando en otro proyecto llamado historias de rugby, en el que intentaremos reflejar el lado humano de nuestro deporte”
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