Marta Carmona, Julia Castro, Lucía Gayoso, Marieta Román, Léa Ducher, Blanca Ruiz y Kasandra Sylla son las encargadas de teñir con sonrisas verdes la expedición de la Selección española femenina de XV en Sudáfrica. Las siete jugadoras del Universitario de Sevilla CR han mutado estas últimas semanas su habitual piel de Cocodrilas por la de unas Leonas que se han puesto en modo celo a causa de la severa derrota sufrida el pasado sábado en Johannesburgo a manos de las Women Boks, en el duelo que abría la gira del equipo nacional por el país del Arco iris.
Como el resto de las dirigidas por Juan González Marruecos, las flamantes campeonas de la Liga Iberdrola y mayoría simple en la concentración hispana en Potchefstroom, tienen hambre de revancha y se han conjurado, a lo Fuenteovejuna, para sacarse esa indigesta espina en la segunda entrega de esta doble confrontación con las chicas de verde y oro, que tendrá lugar este viernes en el Fanie du Toit Stadium de Potchefstroom (15:00). “Todas acabamos bastante frustradas porque creemos que el resultado y el encuentro no reflejó todo lo que hemos trabajado, pero con muchísimas ganas ya del siguiente para reventar y mejorar en los fallos que hemos tenido”.
La declaración de intenciones de Blanca Ruiz (Jaén, 2002), una de las tres debutantes en partido oficial con la elástica roja en el Ellis Park, ex aequo María del Castillo y Alba Capell, es secundada ipso facto por Marta Carmona (Sevilla, 1993), la más veterana de las ‘Cocos’. “El rugby siempre da una segunda oportunidad y el viernes nos vamos a comer a las sudafricanas”. Imposible rugir más claro.
‘Arahal‘, quien no se enfundaba la roja desde la final del Europeo de 2018, “fue toda una sorpresa que hayan vuelto a contar conmigo para vestir esta camiseta. Ha sido una reconciliación para mí. Estoy más que feliz de poder vivir esta experiencia de nuevo”, fue precisamente la encargada de vulnerar la zona de marca sudafricana ante un oponente fortísimo en el plano físico al que, además, le salió todo redondo. “Ese ensayo supo a, ‘jolín, por fin sale algo bien’. Después de 80 minutos de golpes y golpes, acabamos en su línea de ensayo. Ese subidón final nos ha venido muy bien“, afirma convencida.
De la misma opinión es Marieta Román (Sevilla, 1999). La potente talonadora hispalense se batió el cobre con el hercúleo pack de las Women Boks en un segundo acto en el que España se sacó de encima, por momentos, el intenso dominio al que fue sometido por las mujeres dirigidas por Stanley Raubenheimer. “La marca de Arahal dio un poco de consuelo al equipo, pero sobre todo nos hizo ver que se puede. Así que este viernes vamos a ir a por todas”, apunta resuelta esta delantera de sonrisa perpetua.
No es para menos: haber podido entrar en el grupo de elegidas para esta gira supone un colofón de diamantes a una temporada inolvidable, tanto a nivel de club como con la selección. “Pues sí, la verdad. Jugar la final del Europeo fue algo increíble. Luego, cuando ganamos la liga, tuvimos un mes de desconexión antes de concentrarnos para el Partido de las Estrellas Iberdrola. Y, obviamente, todo el verano trabajando para entrar en el grupo de 28 jugadores que hemos venido a Sudáfrica. Así que muy contenta, desde luego”.
El talento infinito de Léa Ducher (Jaén, 2002) y ese lapicero que luce por diestra no bastaron para dar réplica como hubiera querido a las campeonas de África. Catalogada por su paisana, Blanca Ruiz, como “una de las mejores jugadoras que hay ahora misma en España. Es de las más rápidas, de las que mejor visión tiene, de las que más daño hace y , además, puede jugar en la posición que quiera”, la MVP de la última final de la Liga Iberdrola se marchó al vestuario del Ellis Park disgustada consigo misma. “Las sensaciones, obviamente, no fueron nada buenas, pero lo del sábado ya es historia y hemos comenzado la semana trabajando duro para poder rendir más y jugar mucho mejor el viernes”.
La centro andaluza de origen francés entiende que, para competir de tú a tú a las sudafricanas, “tenemos que mejorar mucho tanto en defensa como en ataque. Debemos presionar con mayor contundencia en defensa, y en ataque estar más tranquilas y fluidas para mostrar nuestro sistema de juego y todo aquello de lo que somos capaces de hacer”.
A Julia Castro (Sevilla, 1999), como al resto de compañeras, se le atragantó lo que debía ser “una experiencia completa, porque es imposible pedir más cosas a una gira. Ser teloneras, por así decirlo, del Sudáfrica-Nueva Zelanda, y encima poder vivir ese súper partido en un estadio a reventar. Fue como un regalo doble, aunque la primera parte nos dejó un sabor de boca bastante amargo. Fue un partido muy duro al contacto. Entré diciéndome que tenía que dar lo mejor de mí, por y para el equipo, aunque las cosas finalmente no salieran bien”, comenta la medio melé de las Cocodrilas, que ingresó al césped en sustitución de Lucía Díaz.
Su receta para que la tortilla se acabe invirtiendo este viernes en el Fanie du Toit de Potchefstroom pasa por aplicar al dedillo el manual de las Leonas. “Tenemos que apretarnos y ser muy serias en defensa, conservar nuestros balones y usar más el pie”.
Kasandra Sylla (París, 1998) y Lucía Gayoso (Sevilla, 1999) fueron las únicas jugadoras verdinegras que no gozaron de minutos en el primer round frente a las Women Boks. Pese a ello, siguen mordiendo en cada sesión como si les fuera la vida en ello, con el objetivo de poder disfrutar de minutos en la segunda entrega de esta gira y, de paso, estrenar su casillero internacional como Leonas.
“Estar aquí ya es como cumplir una parte de ese sueño que tienes desde que empiezas a jugar al rugby a cierto nivel. Luego, a más corto plazo, el objetivo es poder jugar unos minutitos. Ojalá pueda darse el viernes, pero la experiencia en sí está siendo brutal. Al final están las mejores jugadoras de España, y que confíen en ti y te den la oportunidad de venir, ya es un logro a nivel personal”, dispara una impetuosa Kas.
Lore, quien confiesa entre risas que el día que le notificaron que debía concentrarse con el equipo nacional, “me creía que se habían equivocado de Lucía. Flipé cuando vi el mensaje de Juan. Pensé que no podía ser yo”, está viviendo su primera experiencia en código leona como si de un máster exprés se tratara. “Todo es un aprendizaje continuo que nos va a ayudar muchísimo a crecer como jugadoras, así que con mucha ilusión y muchas ganas. Es que, ante algo así, no puede ser de otra manera”. Y agrega: “Poder jugar contra una selección como Sudáfrica es probarte a este nivel, aprender de los fallos y de lo que nos propone el staff técnico”.
La otra experiencia, la de vivir en directo todo un Sudáfrica-Nueva Zelanda del Rugby Championship, fue, para las Leonas con piel de reptil, como asomarse al balcón del teatro de los sueños, aunque la derrota no dejó de escocer un solo instante. “Fue una pasada. Un estadio enorme, y ese césped, que era una alfombra. Obviamente, la derrota pesa y no disfrutamos después del partido como si lo hubieses ganado, o hubiésemos hecho nuestro juego. Aun así, una vivencia única. Como el partido de los Springboks y los All Blacks: ver la Haka en directo y a los jugadores que admiras tan cerquita es un sueño, con un estadio lleno de aficionados de rugby. Es algo muy complicado de ver en España”, explica Blanca, aún con el bello erizado.
“Fue algo impresionante. Era la primera vez que jugaba en un estadio tan grande y tan conocido. Sinceramente, al principio te cuesta creer dónde estás, pero una vez empieza el partido se te olvida hasta que acaba. Pese a la derrota, estás contenta de haber jugado en este campo. Y luego, ver ese súper partido y vivirlo con todas mis compañeras fue un recuerdo muy bonito e inolvidable“, reconoce Léa.
El punto crítico a tan grandioso espectáculo rugbístico lo aporta, a modo de reivindicación, la Carmona. “Una experiencia inolvidable, de eso no hay duda. La pena es que el campo estuviese a estallar y con un súper show para el partido masculino, y para su selección femenina no hubiese tanto apoyo”, finaliza.