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Bruna Elías, una Leona7 multiusos que sueña en grande: ir a Mundial y Juegos

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Un desafío familiar fue el causante de que el fútbol perdiera hace seis años a una notable volante creativa y el rugby ganara a una tres cuartos la mar de polivalente, de la que ahora disfrutan al alimón su club, el CR Majadahonda, y las Leonas. “Mis hermanos jugaban ya al rugby y un día me dijeron que era demasiado floja para practicarlo y que estaba muy cómoda en el fútbol, por lo que nunca iba a cambiarme. Les pregunté qué días entrenaban y al martes siguiente ya fui con ellos al Quimic“.  

Que a Bruna Elías (Barcelona, 2002) le va la marcha lo saben desde la Ciudad Condal hasta la Blume, pasando por Bahrein, el diminuto Reino del Golfo Pérsico en el que pasó un quinquenio de su aún corta existencia por circunstancias familiares. “Lloramos un poco cuando nuestros padres nos dijeron que teníamos que mudarnos tan lejos, pero luego allí lo pasé muy bien, la verdad. Cinco años después no nos queríamos volver. Había hecho muchas relaciones y costó un poquito, aunque aquí tienes a toda la familia y eso pesa mucho”, comenta la segunda integrante más joven (después de Léa Ducher) de la Selección española femenina de Rugby 7s, que a partir de este viernes buscará en las HSBC World Rugby Sevens Series de Toulouse poner el broche a la permanencia un año más en la prestigiosa competición auspiciada por el órgano rector del oval planetario.

Fotografia: Martín Seras

Las Leonas7s llegarán a tierras francesas con una renta de cuatro puntos sobre Brasil, el equipo con el que se van a jugar la vida en estas últimas Series de la temporada para mantener su condición de ‘Core Team‘ del torneo. Pese a lo apretado del puntaje, Bruna no alberga dudas de lo que va a pasar. “Seguramente nos tocará sufrir un poquito, pero al final lo vamos a conseguir. Aunque contamos con esos cuatro puntos de ventaja, la idea es que tenemos que hacerlo mejor que ellas. Y lo vamos a hacer muy bien, de eso estoy segura. Estamos disfrutando mucho de los últimos entrenamientos, aprendiendo todo el rato cosas nuevas, y con un ambiente increíble dentro del grupo”, señala. 

Si hay algo que enganchó a la tres cuartos majariega al deporte de la oval desde el día que tuvo el gusto de conocerlo, fue precisamente lo mucho que disfruta cada vez que pisa el verde, ya sea para ejercitarse o para medirse a otra escuadra. “El rugby es el más divertido de todos los deportes que he practicado (fútbol, baloncesto, natación sincronizada y sóftbol), con el que mejor me lo paso y con el que más he crecido. En el que más he dado de mí y el que más retorno me ha dado”, revela Bruna, quien no olvida lo mucho que el deporte que le absorbe gran parte de su energía diaria le ha aportado también a nivel social. 

“Gracias al rugby he hecho muchas amistades, he conocido a mucha gente guay que no estarían en mi vida si no es por este deporte, por no hablar de las experiencias que te brinda. Ir a Canadá a jugar unas World Series, ver a tus ídolos por el pasillo de un hotel, o cenar cerquita de ellas es algo que ningún otro deporte te da. Son experiencias únicas que me ha dado este deporte y por eso le estoy súper agradecida”, confiesa.

Como culo inquieto que es, “soy una persona de mucho nervio. Me gusta variar, me adapto muy bien a los cambios”, a la Elías no le gusta que le encasillen en una posición concreta del campo. Le pasó en fútbol, también con el básquet y ahora, más de lo mismo con la ovalada. “¿Dónde me siento más cómoda? Esa pregunta me la hace a menudo Pedro (De Matías). Siempre he sido bastante polivalente. Me gusta mucho variar porque eso te permite entender mejor el juego. Y también porque me gusta vivirlo desde diferentes posiciones y zonas del campo, con roles diversos. Va un poco con mi personalidad. A partir de ahí, puedo decir que últimamente me siento muy a gusto jugando como centro porque tengo más tiempo el balón. Pienso que mis virtudes destacan más ahí que en otra posición”, explica. 

Hablando de atributos deportivos, la ex de Quimic e INEF Barcelona considera que sus fortalezas pasan por “que le doy velocidad al juego y que cuando tomo una decisión, voy hasta la muerte con ella. Antes me muero que fallar a mis compañeras. Puede que la cague, pero la cago muriéndome”, reconoce.    

Pese a que en Langford (Canadá), sede de las World Series precedentes, el equipo metió la cabeza en la pelea por el oro, la ala-centro catalana no quedó del todo conforme con la octava plaza conseguida. “El primer objetivo siempre es meternos en el oro y eso lo logramos, así que contentas por ese lado. Pero creo que podíamos haber disputado más algunos partidos en el marcador. Los ves ahora y el marcador no refleja lo que ha pasado, y eso no nos gusta. Venimos trabajando para darle la vuelta a eso. Ahora nos toca jugar contra Nueva Zelanda, Canadá y Escocia. Es un grupo complicado, pero podemos meternos otra vez en el oro. Vamos a luchar por eso”, augura.

De cara a Toulouse, Bruna ahonda en la importancia de cuidar mucho esos pequeños detalles que, en no pocas ocasiones, acaban marcando la diferencia en duelos tan cortos y, a menudo, equilibrados como los de Seven. “En Canadá defendimos muy bien, pero hemos hecho algunos retoques para que no te metan ensayos porque al final las chicas que tenemos delante son más fuertes, más rápidas y más grandes que nosotros, así que tenemos que ser más listas que ellas porque, físicamente, la mayoría son más potentes que nosotras”, asevera. 

Y desvela la pócima de las Leonas7s para ser Asterix en un mundo repleto de Obelix. “Se las combate jugando juntas, siempre unidas, siendo una, siendo más cabezota que la de delante, queriendo ganar más que ella, poniendo más ganas y más garra. Pero sobre todo ser más listas. Eso es fundamental”.

Estudiante de ingeniería biomédica en la Universidad Carlos III, cuando el rugby le da tregua, la internacional barcelonesa no quiere dejar de soñar en grande en un año que arrancó con su estreno en unas World Rugby Sevens Series, las de Málaga y Sevilla, “fue súper especial porque el día antes del debut en Malaga cumplí 20 años y fueron a verme mis padres y muchos amigos de Majadahonda. Fue el mejor cumple de mi vida”, y prosiguió con el título de campeona de Europa con las Leonas XV, en su segunda cap. “Ahora mismo queremos mantenernos en las Series, después sería maravilloso poder ir al Mundial y, puestas a pedir, clasificarnos para los Juegos. Ir a París a comer un buen cruasán. Ese regalo de cumpleaños superaría incluso al de Málaga”, finaliza entre risas.