”A mí lo que me gusta es construir confianza con los jugadores a partir de las cosas en las que son buenos. Creo que lo que hacen mal ellos lo saben, y lo que puedes trabajar ahí es el porqué, identificar hábitos que nos ayuden a un mejor desarrollo”. Valentín Telleriarte (La Plata, 1979) aporta el toque científico al XV del León como analista en tiempo real de todo lo que generan nuestros seleccionados cada vez que se calzan la casaca roja. El famoso big data.
Entrenador del Complutense Cisneros de División de Honor masculino desde hace más de un quinquenio, el exrugbier argentino es un consumado especialista en lo que se refiere al estudio del juego con base en los datos estadísticos. Fueron precisamente esos conocimientos los que le abrieron las puertas del equipo nacional español, en el que hoy desempeña además la labor de asistente técnico a pie de campo de Santi Santos, función que comparte con Miguel Velasco.
“Yo me encargo de todo el ataque de backs y de los externos, y Miguelón del ataque y la defensa por el centro del campo. Estoy encantado con la evolución que hemos ido teniendo, cómo he ido aprendiendo a encontrar mi lugar, la libertad que me dio Santi para trabajar y su confianza en mí”, comenta en tono agradecido Tatana, apodo por el que era conocido en sus tiempos de jugador.
¿Y cómo repercuten todos esos datos recabados en los partidos en la mejora del rendimiento futuro de los Leones? “Lo que hacemos es sacar estadísticas individuales post partido, que nos aportan una serie de datos. Después trabajamos con esos datos para convertirlos en información a partir del análisis de vídeo. Si tenemos algo específico que decirles a los jugadores porque vemos algún dato que nos llama la atención, nos reunimos con ellos de manera individual. Si, por ejemplo, veo en las estadísticas que un jugador falló 4-5 placajes, me voy al partido individual de ese jugador, que está todo codificado y separado, y me enfoco en esos placajes que ha errado y analizamos el porqué”.
Es justo a partir del estudio de la imagen que realiza Telleriarte cuando el cuerpo técnico del XV del León aplica la parte educativa de esa metodología de trabajo. “Empezamos a ver si es un problema de sistema, si trabajó solo, si lo hizo porque no tenía apoyos internos, porque no conectó con ellos, o si fue un problema técnico. Si es esto último, lo podemos trabajar de manera individual antes o después del entrenamiento. Obviamente, hablamos previamente con el jugador, le contamos que encontramos esto, que nos llamó la atención y que podemos mejorarlo. Con Fernando López, por ejemplo, identificamos que cuando llegaba el primero al ruck debía tener una mejor posición corporal. Hablé con él, le mostré las imágenes, vimos cuál era el problema y luego, en los ejercicios específicos de ruck, trabajamos en consecuencia para tener un efecto directo”.
Los propios protagonistas son también parte activa de esa labor analítica del juego, en cuanto que revisan, comparan y controlan sus propias estadísticas para, en caso de encontrar alguna anomalía, requerir la asistencia de Valentín para interpretarlas adecuadamente. “A veces son dudas puntuales, otras te dicen directamente que quieren ver su partido y que le ayudes a analizarlo. En esas reuniones individuales les suelo preguntar qué objetivos se habían marcado previo al partido a nivel individual, y con base en eso, tras el análisis, fijamos nuevos objetivos para esa semana”, explica.
Y vuelve a poner sobre la mesa ejemplos recientes. “En las dos últimas semanas de concentración tuvimos casos como el de Michael Hogg, que no estaba contento por cómo estaba placando. Grabamos sus entrenos y establecimos un trabajo técnico para desarrollar, buscando una mejora. Manu Mora, por ejemplo, es de los que más asiduamente viene. Está todo el rato buscando crecer en diferentes facetas de su juego y trabajamos específicamente en ello”.
Los datos también ayudan a poner en valor el momento de forma de los jugadores y a rentabilizar al máximo ese rendimiento. “Este campeonato Álvar Gimeno ha liderado hasta el momento muchas estadísticas y siempre es un referente para nosotros. Fred Quercy, en el último partido, la cantidad de contactos que estableció fue impresionante. Son números y luego hay que interpretarlos. Nosotros siempre hacemos eso, valorar qué le aportan esos datos al equipo, y si tenemos la oportunidad buscamos la manera de que puedan generar más de esas acciones en las que vienen destacando”.
Como sucede en todos los deportes colectivos, la falta de tiempo para poder implementar la información que arroja el big data es el peor enemigo del staff técnico que comanda Santi Santos. “A nivel de grupo tenemos sesiones específicas y generales. En las segundas interviene todo el equipo, y las lleva adelante Santi. Las específicas las llevamos entre Miguelón y yo, en virtud de las parcelas de trabajo que tenemos cada uno. Tratamos de que sean cortas y que haya mucha participación. Buscamos la manera más eficiente de que la información les llegue y sea asimilada en el menor tiempo posible. Se trabaja siempre de cara al partido, ya que no tenemos chance de construir a largo plazo”, lamenta quien fuera capitán del mítico equipo de La Plata Rugby Club que se alzó con el Campeonato Nacional argentino de Clubes en 2007.
Capítulo aparte, aunque no por ello menos importante, es el estudio de las estadísticas que generan los rivales. A pesar de que España tiene acceso desde el año pasado a la plataforma de datos más importante del rugby mundial, la mayoría de los datos que Telleriarte obtiene de los enemigos del XV del León en este Rugby Europe Championship 2022 “provienen del análisis propio. Creo que conocer al oponente es una parte vital, tanto como la propia. Si tienes que repartirlo en porcentajes, es un 70-30 entre lo que haces tú y lo que hace el rival” Y justifica su aseveración. “Estudiar sus datos en profundidad te puede llevar a encontrar patrones o elementos que te pueden ayudar a tener una cierta ventaja en algunas situaciones: desde plantear una estrategia, hasta encontrar puntos débiles en su circulación, en sus movimientos o en sus jugadores de manera individual”.
Llegados a este punto, toca hablar de Rumanía, ese rival-bisagra en la ruta mundialista del XV del León con el que se cruzará este domingo en el Central (12:45 horas, en directo por Teledeporte). Y, como todo hijo de vecino, tiene sus flaquezas. “Sí, seguro. Hemos encontrado debilidades e intentaremos explotarlas al máximo. Sabemos que va a ser un partido muy duro a nivel físico, pero también estamos muy confiados en las herramientas que tenemos para doblegarlos. Ahí está la clave: trabajar sobre nuestros puntos fuertes, lo que nos hace buenos y diferentes, y aprovechar donde ellos pueden tener debilidades”.
Tatana incide en ese patrón físico de Los Robles como un aspecto capital de su juego, fielmente reflejado en sus recientes compromisos con Rusia y Portugal. “Son muy resistentes y se sienten muy cómodos y a gusto en las situaciones de contacto. En los últimos partidos han redoblado el esfuerzo y han sabido reponerse a la adversidad y sacar adelante el resultado. Tenemos que ser conscientes de ello y ser consistentes los 80 minutos. Si lo somos en los entrenamientos y somos capaces de trasladarlo al campo este domingo, no dejando que ellos asuman ese protagonismo, tendremos más oportunidades de ganar”, concluye.