Los Castilla y León Iberians se quedaron a las puertas de lograr una histórica clasificación para la final de la I Rugby Europe Super Cup. La franquicia española sucumbió ante el Black Lion por un ajustado 43-40, en un electrizante partido en el que los hombres dirigidos por Miguel Velasco ‘Miguelón’ estuvieron muy cerca de dar la campanada y dejar en la cuneta al gran favorito, el poderoso equipo georgiano, que disputará la final el 8 de mayo en Lisboa frente a Lusitanos, que el sábado daba buena cuenta del Tel Aviv Heat por 42-26, en la otra semifinal del torneo de nuevo cuño.
Los Iberians salieron en tromba, tratando de hacer suyo el balón y forzando hasta tres golpes de castigo superada la línea de 22 del cuadro local. Sin embargo, esa primera embestida de los de Miguelón se saldó sin puntos para las alforjas castellano y leonesas. Acto seguido, el león georgiano rugía por vez primera en una larga acción de su delantera, que fue encadenando picks and go hasta que logró abrir brecha en la defensa de la franquicia española para conquistar su primer ensayo de la tarde.
No tardó en responder Sam Katz con un golpe de castigo marca de la casa, que reducía la ventaja tomada por la franquicia del Este de Europa. Sin embargo, los problemas de ajustes en la defensa ibérica se pusieron de manifiesto cuando el centro Sharikadze se coló como un cohete rompiendo la línea y firmando a placer un segundo posado.
Iberians dio nueva réplica de forma casi inmediata con una primera marca de Franco Velarde, culminando una muy buena acción de continuidad en ataque forastera, en la que el argentino hizo bueno un gran pase de Gavidi. El capitán de la franquicia hispana y del VRAC volvió a ser clave a los pocos minutos robando un oval en pleno despliegue de la línea georgiana. En su escapada hacia la línea de marca encontró un apoyo perfecto por parte de Tomás Carrió, que se encargó de rematar la faena y colocar por vez primera en ventaja a su equipo (14-20).
Poco duraría la alegría en las huestes hispanas, ya que en la acción sucesiva, tras el saque, Khmaladze conseguía romper con pasmosa facilidad la retaguardia del Iberians, sin duda su talón de Aquiles en ese primer acto, y meterse hasta la cocina. Black Lion sacaría de nuevo petróleo a costa de la amarilla de Gavidi firmando otro posado sobre la hora tras una touche maul que remató el pilier internacional georgiano Mamukashvili (26-20).
Ni la inferioridad numérica ni la desventaja amilanaron a los discípulos de Miguelón, que a la vuelta del paso por vestuarios volvería a darle la vuelta a la tortilla. Primero fue Sam Katz, un día más infalible con el pie, quien recortaría tres puntos con un nuevo golpe de castigo. Antesala del gran ensayo de Moala, aprovechando con astucia la pantalla que le hizo la delantera castellano y leonesa (26-30).
Los Iberians trataron de contener el empuje del pack georgiano, herido en su orgullo, pero golpe tras golpe el paciente ataque local volvería a invertir la suerte del envite con un par de posados, el primero de castigo, y un segundo del incontenible Mamukashvili, previa touch maul, aprovechando en este caso la inferioridad numérica española tras la amarilla mostrada a Facu Munilla (38-30).
El partido entró en una fase estratégica en la que los de Miguelón trataron de forzar las indisciplinas del pesado pack georgiano buscando golpes de castigo que permitieran a Katz recortar la renta de los locales y la dejara a tiro de ensayo. El apertura inglés tuvo dos, pudiendo aprovechar el segundo golpe, que sumió el partido en un apasionante sprint final en el que los Iberians apelaron a la heroica en busca de un posado que le diera la clasificación a la finalísima ante Lusitanos.
Sería, sin embargo, Black Lion quien daría el zarpazo definitivo con una patada a seguir que capturó Lomidze camino de la línea de marca española (43-33). De nada sirvió el ulterior posado de Franco Verlarde, ni la transformación de Katz, ya con el tiempo cumplido.