No le podía llegar a Léa Ducher (Jaén, 2002) la veintena en mejor momento. La tres cuartos multiusos del Universitario de Sevilla CR cumplirá sus dos décadas de existencia este viernes en Langford (Canadá), donde pocas horas más tarde retomará, junto a la Selección española femenina de Rugby 7s, las HSBC World Rugby Sevens Series tres meses después de haber saboreado la experiencia única de medirse a las mejores jugadoras del planeta de la modalidad olímpica del rugby al calor de tu propio público en los torneos disputados en Málaga y Sevilla.
Léa no ha perdido el tiempo en esos 90 días que han transcurrido desde que pisó por última vez La Cartuja tras caer ante Canadá, precisamente el rival contra el que las Leonas7s arrancarán este sábado su andadura en el quinto episodio de las Series Mundiales de la presente temporada. La zaguero andaluza fue protagonista de peso en la consecución del noveno campeonato de Europa conquistado por el combinado de féminas XV luego de batir a Rusia con autoridad en Alcobendas, y estelar en el más reciente alirón del Corteva Cocos en la Liga Iberdrola, batiendo al CR Majadahonda en una apasionante final de la que la joven internacional hispana fue designada MVP.
Tres sucesos concatenados en el tiempo que vienen a confirmar la proyección geométrica que la Ducher ha experimentado en esta su segunda campaña en la elite del deporte oval. “La verdad es que está siendo un inicio de año increíble, en el que ya he conseguido bastantes cosas a nivel títulos. Estoy viviendo una experiencia muy chula que está superando mis expectativas por lo rápido que se ha dado todo, pero no altera mi objetivo que, ahora mismo, es seguir aprendiendo y trabajando duro para conseguir ganar más cosas”, se arranca la Leona más pipiola del grupo, aún alucinando por todo lo que vivió el pasado 10 de abril en El Cuartillo de Cáceres.
“Fue un día inolvidable para nuestro club y sus aficionados, que llenaron varios autobuses para darnos su apoyo. A título personal yo sólo pensaba en ganar la liga con las Cocos, con mi equipo. Lo del MVP me pilló totalmente por sorpresa. No me lo esperaba para nada. Fue un premio añadido, pero tengo claro que si me lo dieron a mí fue gracias a mis compañeras, que me han ayudado. Así que ese trofeo es también de ellas”, apunta con su deje sureño.
A Léa le cuesta más decantarse sobre cuál de los dos títulos conquistados le ha hecho más ilusión que decidir sobre el verde en décimas de segundo si abrir el oval a un costado o meter la directa hacia la línea de marca enemiga. “Son bastante diferentes, con dos equipos también muy distintos. Habiéndome hecho muchísima ilusión ganar el Europeo, me quedaría con el de la liga porque el año pasado no lo conseguimos, pero hemos seguido trabajando, siempre juntas, siempre unidas. Hemos vivido muchas cosas como grupo este año y creo que hemos realizado un trabajo verdaderamente de equipo”, asegura.
La tres cuartos de origen galo (sus padres son franceses) se congratula de haber podido contar en todos esos acontecimientos especiales en lo que va de año con el inestimable apoyo en las gradas de sus seres queridos, aunque confiesa que al principio no le resultó fácil sobrellevar esa cercanía anímica. “La primera vez que me veía todo mi familia en directo fue en Sevilla y, la verdad, sentí un poquito de presión por hacerlo bien delante de ellos, pero al mismo tiempo motivación y ganas de seguir y hacerlo lo mejor posible. En Madrid y Cáceres ya estaba más relajada. Y ellos creo que también”, señala entre risas.
Siente la jiennense que su mayor protagonismo, tanto en su club como en la selección, es consecuencia directa de la confianza que ahora se tiene sobre el césped, en el que es capaz de dar rienda suelta a su onírica creatividad con el oval en las manos. “La primera vez que llegué a las Cocos estaba como más callaílla, no hablaba mucho, y ahora como que me siento más segura. Luego el haber seguido trabajando en el gimnasio hace que te notes físicamente mejor y tengas la tentación de hacer cosas que antes no pensabas que podías hacer, o directamente no te atrevías. Ahora, en cambio, sí que me atrevo, me siento más segura y también comunico más”.
En ese imparable crecimiento de su juego tienen mucho que ver los sabios consejos de Ludovic, su progenitor y el único culpable de que Léa se enamorara del rugby desde bien pequeñita. “Siempre tiene algo que decirme y, la verdad, a mí me ayuda mucho. Eso hace también que me esfuerce más y siga trabajando. Agradezco mucho que esté tan pendiente de mí”, afirma al tiempo que revela una especie de mandamiento que el exrugbier galo le metió en la sesera cuando, en 2020, cambió Jaén por Sevilla para tratar de encontrar su espacio en el deporte del ovalado. “Que nunca me ponga una presión extra, que trate de disfrutar la experiencia y que lo haga lo mejor posible sin pensar en otras cosas. Y siempre intento aplicarlo al 100%”.
Compatibilizar en este ejercicio sus estudios de TAFAD (Técnico Superior en Actividades Físicas y Animación Deportiva) con la intensa actividad deportiva que le generan el XV y el 7s ha sido, de largo, el mayor quebradero de cabeza de la ‘niña Rata’ (como la apodan en el vestuario de las Cocos, mal que le pese), aunque Léa ha desarrollado su propia fórmula para conseguir que todo funcione. “Lo importante es saber organizarse bien y tener claras tus prioridades. Para estar en las dos modalidades tienes que estar muy bien física y mentalmente, sobre todo esto último, para seguir disfrutando y aprendiendo. En cuanto al ciclo que estoy estudiando, me han ayudado mucho para que pueda estar aquí sin problemas. Así, cuando estoy concentrada me traigo material para estudiar”, explica.
Volviendo a las Series Mundiales, la flamante campeona de la Liga Iberdrola advierte de la imperiosa necesidad que tienen las Leonas7s de hacer caja en las dos citas restantes del calendario (Langford y Toulouse) para sobrevivir un año más en tan prestigiosa competición a nivel mundial. “El objetivo es intentar obtener todos los puntos posibles porque Brasil viene apretando fuerte por detrás. Pero nosotras también”. Y es que Ducher le tiene toda la fe del mundo a un equipo, el español, del que destaca “que nunca nos rendimos, que estamos súper unidas, que siempre queremos más y que siempre encontramos el camino para seguir adelante”.
De los tres rivales que les han caído en suerte en la fase preliminar de las Series canadienses (Canadá, Australia y México), comenta que “nuestro propósito es tratar de meterle todos los puntos posibles a México y ganarle a Canadá para meternos en oro. Y que Australia no nos meta muchos puntos. En cuanto a nuestro juego, tenemos que mover más la pelota para hacer que las contrarias a su vez se muevan y se puedan generar más espacios que nos permitan romper su línea defensiva”.
Léa ve a las Leonas7s con capacidad como para repetir el sexto puesto logrado en el segundo torneo de Dubái, a fines de 2021, aunque considera que para ello es fundamental “tener presión cero por nuestra parte. Jugar sabiendo que tenemos que meter muchos puntos nos puede generar presión, así que tenemos que ir con tranquilidad y, sobre todo, con confianza porque sabemos que podemos hacerlo”.
Antes de despedirse, se atreve a desvelar en voz alta un sueño de cumpleaños que denota, a las claras, las ambiciones de la más joven de las 13 integrantes del elenco que comanda Pedro de Matías. “Disputar unos Juegos Olímpicos. Aunque soy muy joven, no soy conformista. Quiero más y sé que para lograrlo tengo que seguir dándolo todo en el día a día”, concluye.