El rugby español ha superado con nota el largo período de pandemia. Los éxitos cosechados en las últimas semanas por las selecciones XV masculina y femenina, con la clasificación mundialista y el subcampeonato europeo de los chicos, y la retención del título continental de las mujeres por quinta vez (novena corona en términos globales), evidencia a las claras que el deporte de la oval en nuestro país goza de una salud excelente a nivel internacional.
La severa derrota sufrida por el XV del León en el Dinamo Arena de Tbilisi ante Georgia no puede empañar en absoluto la brillante campaña realizada por los discípulos de Santiago Santos, en la que han hilvanado seis victorias de manera consecutiva, cuatro de ellas en el Rugby Europe Championship 2022, que le han dejado a un solo paso de alcanzar un hito histórico, habida cuenta de que nunca hasta la fecha el equipo nacional ha logrado conquistar el Seis Naciones B.
Esta es la tercera ocasión que España concluye el REC en segunda posición desde que se celebra con el actual formato de competición, en el año 2000. Curiosamente, en las dos ocasiones precedentes que alcanzó el subcampeonato fue también la selección de Georgia la que le impidió subir ese último escalón que tanto se le resiste. No obstante, en la edición de 2012 fueron las derrotas ante Portugal y Rusia lo que la privó de alcanzar la cima, ya que los Leones batieron a los Lelos en Madrid por 25-18, a la sazón última victoria hispana sobre los vigentes campeones continentales. Por contra, una derrota en Tbilisi por 24-10 acabó con las esperanzas de los de Santi Santos por hacerse con el título europeo en el certamen correspondiente a 2019.
En esta ocasión, el todopoderoso XV de los Lelos certificó su supremacía continental reeditando su corona por cuarta vez (quinto título al hilo) en un encuentro en el que España dio la talla hasta mediada la segunda mitad en medio de unas durísimas condiciones meteorológicas, dado el temporal de frío y nieve que se encontraron los jugadores del combinado nacional desde que aterrizaron en la capital georgiana.
Más allá de lo acaecido este último fin de semana en Tbilisi, la lectura de este Europeo, con la consecución de la clasificación para la Copa del Mundo de Francia 2023 implícita, sólo puede realizarse en términos positivos. La frescura y la celeridad del juego desplegado por el equipo dirigido por el preparador madrileño a lo largo de todo el torneo, una disciplina defensiva que ha ido a más con el desarrollo del mismo, el imbatible carácter mostrado por todos sus integrantes para capear los momentos complicados y esa determinación de la que han hecho gala partido a partido en pos del premio mayor, a sabiendas de que no podían fallar ante ninguno de sus rivales, permitirán a los Leones volver a codearse con la élite del rugby mundial después de 24 años de repetidos y frustrados intentos por unos u otros motivos.
“La clave de esta selección es la velocidad del juego, la velocidad de los rucks y la mentalidad de los jugadores. En todo lo demás hay que sacar un 8. No puedes tener una sola debilidad que te hunda. Tienes que ser, en definitiva, muy bueno en todo”, valoraba Miguel Velasco, Miguelón, ayudante de Santos, para quien el éxito conquistado tras este último mes y medio inolvidable ha servido al mismo tiempo para “llenar de felicidad a un montón de gente que lo estaba deseando”.
La afición, como bien remarca el técnico vallisoletano, se ha enganchado con entusiasmo a un XV del León cuyo equipo titular empieza a ser perfectamente reconocible, con el capitán Fer López a la cabeza, acompañado de los Marco Pinto, Zabala, Guillaume, Mora, Foulds, Afa Tauli y Quercy en la delantera; Rouet y Ordás en la bisagra; y Minguillón, Álvar, Perrin, Jorba y Málie en la línea de tres cuartos. Sin olvidar, por supuesto, la inestimable aportación de la segunda unidad, formada por los Víctor Sánchez, Ovejero, Futeu, Merkler, Facu Domínguez, Tomy Munilla, Julen Goia, Bélie, Alex Alonso, Bonán, Aboitiz, Güemes, Hogg, Kerman Aurrekoetxea, Vinuesa, Usarraga o Mateu, entre otros.
El dulce momento que viven las huestes que prepara el entrenador afincado en Alcalá de Henares se ha visto, además, reflejado en el ranking que elabora World Rugby, en el que España se ha situado entre las 15 mejores selecciones del mundo por primera vez en la historia después de ascender dos puestos (comenzó el año en el puesto 17) tras la victoria sobre Rumanía. Dicha clasificación, tanto en su versión masculina como en la femenina (las féminas ocupan el décimo lugar), se calcula desde 2003 usando un sistema de intercambio de puntos, mediante el cual los equipos ganan o pierden puntuación según el resultado de los partidos internacionales que disputan semanalmente.
España tiene ahora por delante 18 meses para preparar a conciencia la que será su segunda cita mundialista, con el ilusionante test del día 21 de mayo en el Wanda Metropolitano, frente a los Classic All Blacks, como pistoletazo de salida. El día D será el 9 de septiembre de 2023, en el estadio Matmut-Atlantique de Burdeos, y el enemigo a batir, Irlanda, la primera de las cuatro escuadras a las que deberá medir sus fuerzas dentro del grupo B. Sudáfrica, Escocia y el vencedor de la eliminatoria Asia-Pacífico (Hong Kong o Tonga).
Entretanto, las Leonas volvieron a rubricar con letras de oro su participación en el REC 2022 superando en el partido decisivo a Rusia. Después de quedarse a las puertas de clasificarse para el séptimo Mundial de su historia en el cuadrangular de Parma de septiembre del pasado año, el seleccionador nacional, José Antonio Barrio, decidió acometer una revolución que se hizo ya palpable en el partido de preparación contra Colombia, en el que dio entrada a once jóvenes talentos.
Su decidida apuesta por dotar de savia nueva al combinado de XV féminas prosiguió en los encuentros oficiales frente a Países Bajos y Rusia, en los que hizo debutar a otras cuatro jugadoras. En total, fueron 15 rostros novedosos (Nuria Jou, Alba Capell, Zahía Pérez, Claudia Pérez, Cris López, Beatriz Baraia-Etxaburu, Belsay Escudero, Eider García, Aleu Cid, Julia Castro, Martina Márquez, Bruna Elías, Clara Piquero, Marieta Román y Claudia Peña) que, unidos al bloque de jugadoras más experimentadas, con Patricia García, Bimba Delgado y Anne Fernández de Corres al frente, dejaron su impronta en esos tres encuentros en los que la escuadra dirigida por Yunque hizo valer su juego vibrante y el amplio repertorio de recursos que atesora para meter en el redil un nuevo trofeo.
Mención aparte merece Patricia García. La icónica jugadora del Exeter Chiefs disputó frente al combinado ruso su último partido internacional con las Leonas después de 43 partidos vistiendo la zamarra roja del XV féminas en una docena de años, amén de la friolera de 342 partidos con el equipo de Seven. Lo hizo además firmando un ensayo de vital importancia para asentar el juego de su equipo y empezar a poner distancia en el luminoso de un campo, el de La Terrazas de Alcobendas, que le dedicó una larga ovación cuando abandonó el terreno de juego, minutos antes de la consecución de un nuevo entorchado continental. El epílogo perfecto a una carrera de leyenda.