A Juan Martínez (Valladolid, 2000) se le ilumina el bigote cuando oye hablar de Cracovia y la segunda y definitiva serie del Campeonato de Europa de seven, que arranca este viernes y se prolongará hasta el domingo. Tiene su lógica porque fue al este del Viejo Continente donde el joven ala pucelano vivió su primer romance con la modalidad olímpica del rugby. “Era el Europeo Sub 18, en Lituania, hace cuatro años. Ganamos la medalla de bronce y a mí me eligieron mejor jugador del torneo. Es un recuerdo muy bonito. ¿Qué queda de aquel jugador? Pues creo que he evolucionado en todo. Con la edad vas cogiendo madurez y ganas en experiencia, pero la persona sigue siendo la misma”.
Aquel campeonato a orillas del Báltico marcó un antes y un después en la incipiente carrera deportiva del internacional castellano y leonés en cuanto a sus preferencias por una disciplina rugbística que le encaja como anillo al dedo. “Me gustó muchísimo la experiencia y vi que se me podía dar mejor el seven porque a veces en el XV, en División de Honor, no tocas mucha bola y a mí lo que me gusta es tenerla en la mano. Veía que en el seven podía hacer de todo y que podía crecer mucho como jugador, tanto en el aspecto físico como en el técnico, y llegar a ser un jugador más completo. No es que me planteara llegar a las Series Mundiales, pero al final todo se acabó dando de forma natural”, comenta.
Completamente integrado en la dinámica de los Leones7s desde hace un año, cuando disputó su último encuentro en DH con SilverStorm El Salvador, “echo de menos estar en un partido en casa, con mi gente, con mis padres y la familia, en Pepe Rojo, donde es muy bonito jugar siempre. Pero el XV en sí, no tanto”, el potente tres cuartos chamizo regresa a la primera línea de fuego con la Selección española masculina de seven en Polonia tras saltarse las Series de Lisboa para poner a punto la carrocería con vistas al agitado verano que se viene. “Me ha venido bien el descanso porque además salía de una lesión. Era mejor no forzar porque el objetivo que tenemos está claro, que es la clasificación al Mundial. Por otro lado, tenemos la suerte de contar ahora con un equipo bastante amplio y podemos hacer rotaciones, lo cual está muy bien”, afirma.
La segunda plaza lograda en la cita portuguesa por sus compañeros sitúa al combinado nacional en una posición inmejorable para reeditar el histórico oro alcanzado hace justo un año en Moscú, del que nuestro protagonista fue partícipe. “Todos en este grupo tenemos claro qué queremos hacer en los Europeos y, desde luego, la meta es revalidar el título. A ver qué pasa en Cracovia, pero lo que está claro es que saldremos con todo para volver a ser campeones. Queremos este Europeo“, avisa a navegantes este estudiante de enfermería que disfrutó mucho del espectáculo ofrecido por los Leones7s en Lisboa.
“El equipo rindió a un nivel alto. Llevábamos una preparación muy buena después de dos semanas concentrados en Sierra Nevada, y eso, en mi opinión, se notó en todos los partidos. Estoy convencido de que en los torneos que quedan rendiremos igual o mejor. El objetivo es seguir haciendo las cosas como las venimos haciendo todo el año. Creo que estamos realmente bien”, señala.
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El cambio de formato con respecto a las series lusas, con un día más de competición y un partido más (ronda de semifinales), no altera lo más mínimo la hoja de ruta de los de Pablo Feijoo. “Este año hemos tenido bastantes series compartidas con las chicas en las que hemos jugado desde el viernes, así que estamos más que preparados. Si fuese algo nuevo, pues te diría que igual da un poco de vértigo afrontarlo, pero ya sabemos cómo tenemos que tener la cabeza y el cuerpo”.
Los rivales que les han caído en suerte en esta oportunidad (Polonia, Lituania, Italia y, de nuevo, Portugal) tampoco deberían generar muchos problemas a los Leones7s, si bien Martínez cree que la clave pasa por “pensar sobre todo en nuestro juego. No digo que no nos fijemos en lo que hace el rival, pero debemos centrarnos en hacer lo que sabemos. Si hacemos nuestro juego, como en las Series Mundiales, si nos concentramos ahí, jugamos a placer, y teniendo la pelota, somos muy difíciles de batir. Estoy seguro de que con buenas sensaciones, vamos a ir para arriba seguro”, asegura.
La victoria de Alemania en la final de Jamor confirmó lo que más de uno en el grupo barruntaba, que el seven germano era el rival a batir en estas Series Europeas. “Les conocemos mucho, llevan los mismos jugadores juntos un montón de años y sabemos que juegan bien. El año pasado, en Lisboa, les ganamos de cinco puntos, si no recuerdo mal. Estuvo muy parejo. Es un equipo que juega realmente bien, así que no me sorprendió para nada que nos ganaran. Confío que en Cracovia la cosa cambie”.
Subir a lo más alto del podio en Polonia y embolsarse por segundo año consecutivo el título continental sería un revulsivo importante de cara a la siguiente cita del calendario, el clasificatorio de Bucarest para la Copa del Mundo. “Desde luego. Para el equipo sería ir ya a tope. En cualquier caso, tenemos la mentalidad de que nos tenemos que clasificar para ese Mundial como sea, de manera que, pase lo pase, iremos a Bucarest a quemar todas las naves”.
Y es que poder codearse con los mejores del planeta en Ciudad del Cabo, el próximo septiembre, es algo que tiene en vilo a este joven grupo de jugadores carente de un solo mundialista en sus filas. “Es que al final se trata de un Mundial, y hasta dentro de cuatro años no vas a catar otro. Más aún siendo el primero. Es una oportunidad que, o la agarras ahora o, a lo mejor, no la vuelvas a coger nunca. ¡Quién sabe dónde estarás dentro de cuatro años! Súmale a eso que ningún compañero lo ha jugado. Hemos hecho causa común para lograr una de esas cuatro plazas. Lo veo factible, sin duda, pero esto es deporte y nadie te asegura que lo vayas a conseguir. Habrá que pelearla a morir”, finaliza.