En este 8 de marzo, día de reflexión y acción por la igualdad de género, alzamos nuestra voz para desafiar las injusticias arraigadas en la sociedad. No podemos ignorar las diferencias impuestas por una simple letra en nuestro documento de identidad, una M o una H, que siguen marcando disparidades en nuestras vidas. Es hora de cuestionar y transformar esta realidad.
Recordemos con gratitud a aquellas mujeres valientes que lucharon en el pasado desafiando las normas calzando unas botas con tacos y vistiendo polos de hombre que les llegaban por las rodillas, y que no solo lo hicieron por ellas, sino que sería una declaración por nuestros sueños y derechos, los mismos por los que hoy seguimos luchando. Desde los días en que nos animaban a jugar en igualdad en el recreo hasta los momentos en que desafiaban los roles de género impuestos en sus propios hogares. Su coraje y determinación nos inspiran a seguir adelante cuando otros intentaron detenernos.
Pero la lucha aún continúa. Aunque hemos avanzado, las barreras persisten. Como mujeres en el deporte, en el trabajo, en la vida cotidiana, seguimos enfrentando discriminación y desigualdad. Es injusto que aún nos vean como menos capaces, que se nos nieguen oportunidades y que se nos pague menos por el mismo trabajo.
Nos unimos, mujeres de todas las edades, orígenes y situaciones, en este día y todos los días, para exigir un cambio real y duradero. Demandamos igualdad salarial en todos los ámbitos, incluido el deportivo, el fin de la violencia de género, derechos reproductivos, participación política y liderazgo equitativo, y reconocimiento del trabajo doméstico y de cuidados.
No podemos quedarnos calladas ante estas injusticias. Necesitamos que todos, hombres y mujeres, se unan a nuestra lucha por un mundo más justo y equitativo. La igualdad de género no es solo una lucha de un día, es un compromiso continuo para construir un futuro donde todas las personas puedan vivir libres de violencia y discriminación.
Hoy, en este 8 de marzo, nos comprometemos a seguir avanzando juntos hacia un mundo mejor empujando desde la melé que la vida nos ha proporcionado. Sabiendo que las conexiones harán que avancemos, que el empuje es del pack completo, y que nuestro deporte nos empodera para apretar dientes y seguir luchando por alcanzar el ensayo que nos merecemos.
Elena Vallejo, Vicepresidenta Rugby Femenino
