Los hombres de Diego Merino han levantado la Copa que los corona como campeones de la máxima categoría española, la División de Honor, tras vencer al SilverStorm El Salvador 6-15 en un partido muy igualado en el que todo se decidió gracias al pie de los francotiradores de ambos conjuntos, Johny Graaff y Gareth Griffiths, que convirtieron en puntos todas las imprecisiones de sus rivales.
En un Pepe Rojo abarrotado de aficionados al deporte oval, los protagonistas del último duelo liguero de la temporada saltaban al campo conscientes de que la conclusión a todo un año de trabajo iba a verse plasmada en los siguientes 80 minutos. El VRAC Quesos Entrepinares salió a comerse el partido, y consiguieron dominar casi todas las facetas del juego, a excepción de la touch, y abrir el marcador en primer lugar.
Aunque al descanso los de Juan Carlos Pérez sólo iban tres abajo, 3-6, las oportunidades más claras de ensayar por parte de los dos vecinos y rivales vallisoletanos se vivieron en la primera parte. La intensidad de la defensa de ambos equipos les hizo imposible posar sobre la zona de marca, a pesar del buen juego que ambos desplegaron sobre el campo, con buenas aperturas en sus líneas de tres cuartos y grandes choques en sus experimentadas delanteras.
La segunda estuvo más marcada por las imprecisiones, que cada equipo no dudaba en transformar en puntos pasando el balón sobre la H. Así, y gracias al pie de su centro inglés, los queseros consiguen arrebatarle a El Salvador el título que tenía en posesión, y engrosar su palmarés que con siete Ligas les coloca sólo a uno de sus eternos rivales y vecinos.