El VRAC Quesos Entrepinares alzó el primer título de la temporada tras derrotar 33-18 al Lexus Alcobendas Rugby. Final muy entretenida para abrir boca, con una primera parte marcada por la alternancia en cuanto a tramos de dominio para ambos conjuntos y una segunda con clara superioridad de los de Diego Merino, que siguen de dulce tras conquistar su novena liga hace solo unos meses y ahora su octava Supercopa.
Casi sin dejar a todos los aficionados acomodarse en las butacas del Pepe Rojo o en los sofás de sus casas, Alcobendas provocó un golpe de castigo. Tras sumar 3 puntos en la primera jugada del encuentro, los granates centraron sus siguientes esfuerzos en asegurar el orden defensivo necesario para frenar la respuesta del VRAC. No tardaron los queseros en dar muestras de su potencial ofensivo, si bien los del noreste de Madrid no renunciaron a acometer varias escapadas prometedoras tras imprecisiones e infracciones del rival.
Con ambas defensas muy ordenadas y los ataques un poco enmarañados, fue el medio melé Estanislao Bay quien encontró el hueco en mitad de campo al virar el juego al lado cerrado y abrir hasta el ala Guille Mateu, quien a posteriori combinaba con John-Wessel Bell para lograr el primer ensayo vallisoletano.
El actual campeón de Liga dejaba atrás los fallos de mano habituales en los primeros compases de competición y se sentía cada vez más cómodo, afianzándose en campo contrario y sumando dos patadas de castigo para distanciarse en el marcador. Sin embargo, los de Tiki Inchausti consiguieron sobreponerse a estos envites y cambiaron las tornas, acumulando varios ataques de avance continuado en campo quesero. Tras provocar varias infracciones, lograron hacer daño para irse al descanso con un apretado 14-11, amén al ensayo del flanker Iñaki Villanueva, que firmó un buen papel en su regreso al Alcobendas, y también a un golpe convertido.
Como si de una pequeña rabieta entre hermanos se tratase, el VRAC estrenó los segundos 40 minutos imitando la jugada con la que los granates iniciaron el encuentro, obteniendo un golpe de castigo a favor casi nada más empezar. Esos 3 puntos irían seguidos de un periodo prolongado de clara superioridad blanquiazul, en parte gracias a la amarilla recibida por Alcobendas, pero sobre todo gracias a una toma de decisiones muy acertada a cargo de la pareja de medios y a un gran desempeño en las fases estáticas. Mateu y Bay sumaron dos brillantes marcas y Griffiths estuvo fino al pie.
Todo le salía bien a los de Merino, que durante todos estos años han demostrado tener paciencia y mantenerse ordenados cuando tocaba y posteriormente hurgar en la herida del contrario aprovechando sus momentos de dominio abrumador. Combinación letal que solo pudo ser contrarrestada por el vigente campeón de Copa en el tramo final, con la gran aportación de los hombres de banquillo y olvidándose del 33-11 provisional.
Un imponente Santi Ovejero, que salió a por todas, lograba acortar distancias con un último ensayo, seguido de la transformación de Brad Linklater. Así llegaba el 33-18 definitivo y poco después el pitido final.
A pesar de no poder contar todavía con varios de sus nuevos fichajes, el VRAC volvió a demostrar un hambre bestial, que junto con una sólida gestión deportiva les ha permitido ser el principal dominador del rugby masculino en España y hacerse en esta ocasión con un nuevo título para sus vitrinas. Alcobendas dejó detalles muy positivos, de los que espera sacar provecho en las próximas semanas de cara a un buen inicio en la División de Honor 2019-20, que arranca el fin de semana del 14 y 15 de septiembre.