Editorial 8M: Elena Vallejo

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La Copa del Mundo 2025 ya ha hecho historia con un récord de asistencia, y esto es solo el comienzo. Cada vez más deportistas pueden vivir su sueño de dedicarse en exclusiva a nuestro deporte, aunque muchas tengan que irse fuera para lograrlo, algo que hasta hace poco parecía imposible. Ver a tantas jugadoras entregadas, con clubes que trabajan por ofrecer estructuras más profesionales y con mayor visibilidad, es un claro indicio de que seguimos creciendo. Esto no solo alienta a las generaciones que vienen detrás, sino también a quienes seguimos luchando dentro y fuera del campo. Porque la profesionalización de las estructuras de nuestra Liga Iberdrola sigue en proceso; a veces lento, pero imparable. Cada paso dado nos acerca más a una realidad consolidada.

Sin embargo, este avance no se logra en solitario. Necesitamos el apoyo de grandes empresas y un respaldo institucional firme, que apuesten por el talento y la determinación de mujeres valientes. Mujeres que no temen al éxito, que se esfuerzan al máximo y que trabajan cada día para superarse y dar su mejor versión. Porque el rugby jugado por mujeres no es solo competición: es un reflejo de nuestra lucha por la igualdad, por el reconocimiento y por la dignidad que nos corresponde.

Cada 8M, mujeres de todo el mundo nos unimos en un mismo grito de reivindicación. No solo para recordarnos a nosotras mismas quiénes somos y todo lo que hemos logrado, sino para reafirmar nuestro derecho a un futuro donde la igualdad no sea una aspiración, sino una realidad. Cada año estamos más preparadas, más fuertes y más decididas a exigir lo que nos corresponde: que se nos vea, que se nos escuche y que se nos valore como lo que somos: Jugadoras de rugby, de todas las edades y niveles, desde las niñas que sueñan con ser Leonas algún día, hasta las que están camino de su primer Mundial, pasando por aquellas madres que han descubierto en el rugby su deporte pasados los 35.

Esta lucha no es solo una cuestión de un día; es diaria y constante. Se refleja en los campos, en cada entrenamiento, en cada sacrificio y en cada logro. Seguiremos adelante hasta que decir «Yo juego al rugby» no provoque miradas de sorpresa o desaprobación, sino orgullo y admiración. Porque el rugby jugado por mujeres es presente y es futuro. Y estamos listas para demostrarlo.

Elena Vallejo, Vicepresidenta Real Federación Española de Rugby.