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#ContinuarElLegado: 50 días para que Las Leonas sigan escribiendo la historia de nuestro rugby en el Mundial

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Hace 27 años, cómo pasará en Inglaterra 2025, Las Leonas volvieron a rugir en una Copa del Mundo. Tras el valiente debut en 1991 y la no participación en 1994, España regresaba a un Mundial con un equipo lleno de coraje, talento y ambición, que preparó el campeonato con 4 partidos de nivel: Aquitania, Inglaterra, Países Bajos y Kazajistán.

15-02-1998 | Países Bajos 5-29 España, Ámsterdam.

Las Leonas llegaron al Mundial sin conocer la derrota, tres victorias y un empate ante Inglaterra, con 117 puntos a favor y, tan sólo, 23 en contra. Aquel grupo de mujeres no solo jugó una Copa del Mundo, también escribió una de las páginas más importantes de la historia de la Real Federación Española de Rugby con su brillante séptima posición.

Encuadradas en el Grupo B, Las Leonas comenzaron su andadura el 2 de mayo de 1998 frente a Gales, logrando una victoria histórica por 28-18 que dejó claro que España había llegado para competir. En su segundo encuentro de fase de grupos, se enfrentaron a una de las potencias del torneo, Estados Unidos, que venía de ser campeona en Gales 1991 y subcampeona en Escocia 1994 y, aunque el resultado fue 16-38, la competitividad de la Selección sirvió para asegurar la segunda posición del grupo, por delante de Gales y Rusia, a quien no llegó a enfrentarse por el formato del campeonato.

15-03-1998 | España 29-3 Kazajstan, Hospitalet.

El billete a cuartos de final trajo consigo un desafío mayúsculo: las Black Ferns de Nueva Zelanda. Las Leonas cayeron por 46-3, pero plantaron cara en todo momento ante la Selección que, a la postre, acabó coronándose como campeona del Mundo.

Farah Palmer levantando la Copa del Mundo en 1998. FB BlackFerns.

En las semifinales por la quinta plaza, el rival fue Australia y el partido no pudo estar más igualado. Solo dos puntos de diferencia, 17-15, separaron a nuestras jugadoras de una victoria que merecieron tanto como pelearon. Pero el torneo aún guardaba una última oportunidad de mostrar su mejor versión, España se impuso con autoridad a Francia, 9-22, cerrando así una participación sobresaliente y logrando un séptimo puesto final que se celebró como una auténtica gesta.