Con motivo de la situación de crisis sanitaria provocada por la pandemia del COVID-19 y el consiguiente estado de alarma decretado por el Gobierno que ha obligado a parar todas las competiciones deportivas, la Federación Española de Rugby (FER) se ha dirigido a todas las territoriales y a todos los clubes implicados para informarles de que la comisión que trabaja para reajustar los calendarios y que se formó en la reunión del pasado 14 de marzo en Comisión Delegada, la cual representa a todos los estamentos del rugby español, está en contacto constante vía telemática y que, llegado el momento, les hará partícipes de sus conclusiones.
Lamentablemente, en la reglamentación de la FER ni en la de ninguna otra federación deportiva española, así como en la vigente Ley del Deporte, existe un marco que prevea este excepcional escenario, ni siquiera que ampare cualquier fórmula o solución a la que podamos recurrir. En la reunión de la Asociación de Federaciones Españolas (ADESP) celebrada hace unos días, desde la FER se propuso elevar al Consejo Superior de Deportes (CSD) una petición conjunta para que establezca unas directrices o dicte una resolución que ayude a todas las federaciones con ligas regulares que no hayan concluido a encontrar una solución, especialmente para el caso de tener que suspenderlas definitivamente.
Tanto la comisión de trabajo que preside Iñaki Vergara, vicepresidente primero de la FER, como la propia Comisión Delegada y la Junta Directiva de la FER que preside Alfonso Feijoo son conscientes de la premura que tienen los clubes para poder responder a la difícil situación provocada por el COVID-19. Sin embargo, actualmente no hay datos ni se ha producido ninguna comunicación oficial de las autoridades competentes que nos dé la certeza de poder terminar las competiciones en el terreno de juego, como es el deseo de todo deportista, sin que se ponga en riesgo la salud de todos los integrantes y aficionados al rugby. Es por ello que se sigue trabajando en todos los escenarios posibles.
El calendario aprobado por la Asamblea General de la FER marca el 5 de julio como la fecha límite para la finalización de las competiciones nacionales, por lo que todo lo que no sea poder jugar antes de esa fecha supondría recurrir a alternativas que nunca serían justas desde el punto de vista deportivo o que directamente depararían perjuicios para unos u otros clubes. La normativa federativa vigente no contempla otra opción que no sea la de la finalización de las competiciones, salvo disposiciones de rango superior o situaciones de imposibilidad de que así sea, como podría ocurrir a causa de la pandemia del COVID-19.
De darse la situación de no poder disputarse todos los partidos programados en el calendario, la opción que no contempla ninguna de las federaciones deportivas españolas -y más en el caso de la nuestra con más del 75% de partidos de sus ligas ya disputados- es declarar la temporada en blanco. Todas las federaciones españolas coincidimos en que sería una gran injusticia no tener en cuenta todo lo que se ha disputado y no valorar lo que económica y deportivamente se ha realizado hasta el momento de la suspensión. Además, carecemos de un soporte legal para sostener la opción de la temporada en blanco.
Otra opción que tampoco contemplamos las federaciones deportivas españolas es la de ampliar el número de equipos en las distintas categorías en la temporada siguiente, pues supondría un mayor número de jornadas, con el consiguiente mayor gasto para los clubes, aparte del difícil encaje en un ya por sí apretado calendario, al tener que incluir toda la competición internacional.
La comisión de trabajo de la FER presentará a la Comisión Delegada las distintas propuestas sobre las que está trabajando y que podrán clarificarse si se adoptaran decisiones en una reunión que el CSD tiene prevista celebrar próximamente con las federaciones deportivas españolas. En último extremo corresponderá a la Asamblea General de la FER decidir cómo y con qué equipos habrá que disputar las competiciones nacionales de División de Honor y División de Honor B, tanto en categoría masculina como femenina, en la temporada 2020-21.
Por este motivo, antes de tomar una decisión y en pos de aunar el mayor número de voluntades posibles en este complicado momento, la comisión formada por la Comisión Delegada ha invitado a todas las territoriales y todos los clubes a aportar sus comentarios y consideraciones sobre cuál sería la postura en los distintos escenarios posibles que puedan plantearse.